sábado, 27 de octubre de 2012

SETAS Y VINO


Es una maravilla encontrar un vino con aromas de monte, el sentir en una copa de vino los aromas que desprende el bosque limpio, es una de las sensaciones bonitas que uno puede encontrar en vinos buenos.
Pero el monte es engañoso, algunos vinos también lo son, y tras su apariencia de botella perfectamente vestida nos encontramos con venenos que a la larga, hacen que nuestro organismo se resienta.
Existe pues un paralelismo claro entre las setas y el vino, por favor no dejarse guiar por el envoltorio, ya que la vista es uno de los sentidos que intervienen en la cata, pero no es el fundamental, los fundamentales son el olfato y el gusto.
Decía un amigo mío que el oido también intervenía en la cata, y acercándose la copa al oido decía; ¡Chuletón, chuletón...¡, en alusión a un vino con cuerpo, que a voces pedía una carne roja como mejor opción para acompañarlo.

 Amanita phalloides, preciosa seta, mortal de necesidad.

domingo, 21 de octubre de 2012

"Papá, ¿sabes hacer la i minúscula?"


Esta mañana he compartido un buen rato con mis dos grandes amigos galgueros, Carlos y Alfredo. Un pequeño almuerzo sin esperar, la fortuna nos ha juntado en el mismo sitio y a la misma hora, con ganas de almorzar, lo justo, no como antes en el monte en nuestros largos almuerzos tras una jornada de caza con galgo, que es lo que nos apasiona a los tres.
Hemos conversado de unas cosas y de otras, casi todas sin gran importancia, menos una. Mi amigo Carlos nos ha contado que su hijo tiene muchas ganas de aprender, tantas que hoy se ha levantado obsesionado con la "ï", y le ha preguntado a su padre: " Papá, ¿tú sabes hacer la i minúscula?", me he quedado con la copla y me he ido a casa pensando en ello, pensando en lo que a mi me toca, el vino.
¿Porqué hay enólogos que no tienen ganas de aprender?, me digo yo. hacer vino, la mayoría de las veces no es tan difícil, y menos contando con los medios con los que cuentan algunos. Creo que simplemente no les gusta el vino, viven su profesión como operarios de bodega, no quieren buscar la magia, o simplemente no saben hacerlo.
No es fácil explicar cómo algunos vinos salen al mercado, deberían ir como los libros, firmados por su autor, de tal forma que si uno lee un libro de un autor y no le gusta, y lee el siguiente y tampoco, dificilmente seguríamos comprando libros de ese autor, pues lo mismo en el vino, si bebemos un vino hecho por tal, y no nos gusta y el siguiente tampoco, en un espacio de tiempo cada vez que fuesen firmados por ese autor, no se los bebería ni la madre que lo parió.
Es más hay enólogos que van jodiendo bodegas por ahí por donde pasan, yo tengo fichados algunos, no han creado un vino bueno en su puta vida, y ahí siguen, amparándose, en el casi anonimato que les brindan las bodegas al no publicar o poner en la etiqueta, quién ha hecho esa badofia de vino. En algunos casos el disparate llega a tales extremos, que si se presentase una demanda por atentado contra la salud pública, el juez de turno, la aceptaría a trámite sin ningún tipo de dudas.
Aviso para navegantes, no todo lo que va dentro de una botella de vino debería llamarse vino, por lo que a veces, blanco y en botella es pintura pá el techo.
Amigo Javier, sigue aprendiendo, sigue preguntando, sigue queriendo saber como se hacen las cosas, y cuando puedas beber vino aprende antes que vinos debes beber, porque hay enólogos que no saben hacer ni la "o" con un canuto.
Un beso Javier, gracias por hacerme reflexionar, gracias por enseñarnos a ver las cosas desde el prisma de la inocencia, que la mayoría de las veces es la más adecuada.